David fue quien estuvo más nervioso hasta el momento en que me vio llegar, una vez juntos y ya por fin en la iglesia esos nervios pasaron a un segundo plano.
Todavía me acuerdo de los granos de arroz que quedaron por dentro de los trajes, nos tiraron hasta garbanzos!
Mucha gente nos lo dijo: disfrutad al máximo porque se te va a pasar rapidísimo, y así fue, en cuanto me di cuenta ya estábamos bailando en la discomóvil. En nuestra boda todo fueron momentos y detalles, agradecer a nuestros padres todo lo que han hecho por nosotros fue muy emocionante para todos, sin olvidar nombre a nuestra yaya. Sorprendimos a nuestros mejores amigos, tíos y hasta incluso al cumpleañero que soplo la vela el día de nuestra boda. Hay tantos momentos que pasan tan rápido que solo los recuerdas gracias a las fotos de ese día. Supimos que nuestros invitados estaban a gusto y disfrutando desde el primer momento. Bailamos y reímos, nos hicimos millones de fotos y recuerdo estar la primera hora de la discomóvil sin poder salir del photocall ya que todos querían fotos, creo que en todas salgo con la misma postura y sonrisa… ya no sabía ni como posar!
Nuestros amigos nos metieron dinero en un bloque de cemento, madremia… pensábamos que nos costaría la vida poder sacar de ahí el dinero pero la verdad es que un rato lo hicimos. Les dijimos a nuestros amigos que para la próxima boda lo pusieran más difícil